Los txakolis que se elaboran en Bizkaia no dejan de sumar
galardones en la particular vitrina para orgullo de los vizcainos. Los diferentes
caldos que forman parte de la lista de vinos dentro de la Denominación de
Origen Bizkaiko Txakolina conquistan los paladares de los jurados más
exigentes. Ayer se dio a conocer los reconocimientos que han obtenido un
Magalarte de Lezama 2013 y un Itsasmendi 7 de 2012 que lograron Medalla de Oro;
mientras, un Artizar de 2011, también de la bodega Itsasmendi, logró la Medalla de Plata. Los tres
vinos vizcainos fueron premiados en categorías de blancos y fueron elegidos
entre los caldos de cuarenta países europeos. El txakoli es un vino que gusta
por su frescura y su excelente calidad en países como China, Japón, Estados
Unidos, Holanda, Suecia, Gran Bretaña, Francia o Alemania.
No es la primera vez que Itsasmendi gana un premio. En 2012,
el Itsasmendi Urezti, elaborado en la bodega Itsasmendi del barrio Arane de
Gernika, obtuvo el Gran Bacchus de Oro en el décimo Concurso Internacional de
Bacchus celebrado en Madrid. Esta distinción situó a este vino entre los seis
mejores del mundo, junto a otros cinco vinos de Montilla Moriles, Toro,
Jerez-Sherry, Turquía y Austria. Itsasmendi también logró los reconocimientos
Bacchus de Oro de 2010, por el Itsasmendi 7, y Bacchus de Plata, por el txakoli
joven Itsasmendi de 2011. En esta bodega, ubicada en Gernika, producen un
txakoli joven aromático, afrutado, con una acidez patente que le otorga
frescura, viveza y personalidad, pero tan equilibrada que permite disfrutar del
vino en cada sorbo.
El Magalarte de Lezama es otro de los
caldos que ha logrado en Bruselas la
Medalla de Oro en el concurso celebrado los pasados días 2, 3
y 4. Se da la coincidencia de que este año las bodegas Magalarte, de Lezama,
junto al Elizalde, de Elorrio, son las encargadas de proporcionar el txakoli
institucional.
Finalmente, el Artizar de 2011, Medalla de Plata en el
concurso, es un vino blanco elaborado con uvas seleccionadas de hondarribi zuri
zerratie, variedad de grano más pequeño y vigor ligeramente inferior a la
hondarribi zuri, que otorga al txakoli una frescura y untuosidad superiores.
El txakoli ya no es aquel vino tradicional que se consumía
únicamente en Euskadi, aquel blanco de calidad cuestionable producido en los
sótanos de los caseríos. Este vino no solo ha evolucionado, sino que logra
premios entre vinos de cuarenta paíse. Por algo será
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